NU-Cabaret, la vanguardia escénica en Sevilla

Charla con Roma Calderón.

Suena Covid Nineteen y entra en Clubhouse Roma Calderón. Es como una vedette de los 80 a las que un foco apuntaba constantemente, salvo la diferencia de que ella desprende luz propia. A los pocos minutos contagia su sentido del humor y con él nos habla “de su libro”, aunque si hubiera que escribir sobre ella, daría para varios tomos. Y del que nos toca conversar es de su proyecto más ambicioso, el NU-CA Festival que celebra su cuarta edición en Sevilla. No es casualidad que tras los tres primeros años que lo ha acogido la capital española se desplace a la andaluza, ya que ella se formó en el Centro Andaluz de Teatro y vivió allí más de quince años. Su educación le ha permitido desenvolverse en las artes escénicas y explorar las ramas más vanguardistas del cabaret.

El NU-CA arrancó el 13 de marzo en el Platea Odeón. Un lugar que “maravilló” a la promotora por su estructura y carácter acogedor. Y si algo caracteriza a esta cita internacional y pionera en España, es la valentía. La misma con la han respaldado unos padrinos de lujo como son Los Morancos o La Ogra que todo lo logra. Con un enfoque a un público adulto, el pasado fin de semana ya desfilaron la comedia feminista ‘Calladitas estáis más guapas‘ y para dar visibilidad a la mujer transexual, la artista Tavi Gallart, cuya música de saxo escuchamos de fondo. “Las mujeres también podemos hacer gracia y ser algo más que un elemento decorativo”, sostiene Roma, al tiempo que reivindica el papel de ellas en la industria cultural. La presencia femenina en altos cargos es aún reducida, aunque predomine en la producción, “por aquello de que se nos da bien hacer varias cosas a la vez”, apunta. Y esta brecha en el gremio es importante aprovecharla, así lo entiende Roma.

El confinamiento ha redundado en la calidad de los shows. Los equipos de trabajo han dispuesto de más tiempo para desarrollar sus creaciones. Algo que el público podrá percibir el 20 de marzo con el concierto de Scud Hero al que pondrá voz la propia Calderón. Su último trabajo es ‘Neón en el firmamento‘, un encuentro musical multimedia que está íntimamente ligado con la pandemia. Y cómo no, hablamos de la Covid, algo que ha afectado especialmente a Roma a quien le “irrita” aquellos que no cumplen las medidas sanitarias. Además, determinamos que efectivamente, la cultura es segura y por eso sería viable actualmente la extensión de aforos.

Propuestas que remueven conciencias

Con la ampliación de horarios, desde las 19:30 se podrá acudir al Platea sevillano. Y con la música como premisa, Virginia Rodrigo presentará el 21 de marzo su segundo disco ‘La intrusa‘. Lo original será su escenificación teatral, en la que mezclará su guitarra y percusiones al estilo urbano con mensajes transgresores. En esa provocación entrará en juego el día 26 Me llamo Sebastián desde Chile, país invitado del NU-CA. Como abanderado en su país del movimiento LGTBI, expondrá la tragicomedia ‘Mira lo que fui y en lo que me convertí‘, una descarnada propuesta con melodías que removerán tanto de sus asientos a los presentes, como a sus conciencias.

La guinda la pondrá David Bastidas el día 27, del que oímos ‘Ojos verdes’, pero que regará con su torrente de voz una propuesta muy distinta de “transformación” junto a los granadinos Black Dreams Box. De esta forma, se certifica la ruptura de roles que caracteriza a NU-CA y reafirma su espíritu de resistencia, así como su carácter nómada. De la tertulia en Clubhouse se reclama su atención en Valencia, Extremadura o incluso Brasil. ¿Quién sabe en futuras ediciones? Por el momento, la creadora del festival no para. Le aguardan otras labores escénicas en el malagueño Teatro Cervantes y “expectante de cómo reaccionará” los próximos meses el público catalán a su espectáculo ‘The Lovers‘. Roma Calderón, visionaria e incansable para celebrar, que la vida es un cabaret.

Ángel Ruiz desnuda el alma de Miguel de Molina

Charla con Ángel Ruiz.

En los años de la República española se toleraba la condición sexual de los literatos García Lorca o Jacinto Benavente hasta que llegó el régimen franquista. Miguel de Molina fue uno de los represaliados. Para hacer justicia con su historia, Ángel Ruiz le dota de una segunda piel en el teatro Infanta Isabel. Una reencarnación del cantante sobre los escenarios, para traer a la actualidad a todo un referente de lo que fue una sociedad más libre.

Es viernes y el actor se halla en su casa confinado desde donde accede a Clubhouse. Las funciones tienen lugar los fines de semana hasta el 4 de abril, aunque previsiblemente sea un punto y seguido, ya que la obra ha perdurado cinco años. Todo gracias a que Miguel ha madurado a la par que el intérprete. “Tiene vida propia, cuando volvemos de estar meses sin hacerlo, siempre encuentro algo nuevo y guarda relación con mi punto de vista de las cosas”, asevera Ángel. La genuidad se transmite al patio de butacas, no existe cuarta pared y se habla del aquí y ahora, tanto del orgullo gay como de las restricciones, entre otros asuntos.

El rey de la copla, con la complicidad al piano de César Belda, transmite a través de sus melodías sentimientos y emociones. “Cuando canto la música es un vehículo impresionante e inmediato para llegar al alma”, reconoce el invitado. Él mismo valora la importancia de esa comunicación en las artes escénicas, que las entiende “como un arte vivo y efímero al mismo tiempo”. Personajes con luz pero sin suerte son los que en su mayoría han caído en las manos de Ruiz, a quien no le importaría con 70 años hacer el monólogo con la misma humildad que le caracteriza. ¿Y por qué no un biopic en el cine al estilo de Freddie Mercury o Elton John?, le planteamos a nuestro contertulio, que admite que sería un sueño llevarlo a cabo. Por el momento, la foto de Ángel caracterizado como Miguel permanece en la mesa de una cafetería del malagueño pasaje de Chinitas, junto a las de otros ilustres como Antonio Banderas o Pepa Flores. El rostro del artista exiliado reposa cercano a la brisa marina de su ciudad de origen, a la que tanto ansiaba volver.

Transformador de la copla

La copla surgió en el momento más floreciente del republicanismo en un contexto vanguardista europeo. “Su problema es que durante la época de Franco adquiere un modo kitsch que no lo es, la mujer valiente se convierte en castigada”, explica Ángel. La censura se ceba con las canciones en las que se habla de amores imposibles que forman parte de lo cotidiano. En los años 40 sonaba Juanita Reina y “muchos artistas son relegados al abrigo de lo folclórico o pintoresco, cuando tenían una gran humanidad”, expone Javier Ortiz, exgerente de ‘El Sol de York’, que se incorpora al coloquio. Y en esa mezcla entre lo tradicional y lo moderno, Miguel de Molina se vio obligado a emigrar a Argentina.

Y para rendir su memoria, este espectáculo en Madrid se apoya en la poesía popular, que podría parecer obsoleta pero no ha caducado. No es una antología ni un musical, sino la propia visión de Ángel que se refleja en cada función. Bajo la dirección de Felix Estaire y las luces de Juanjo Llorens, se arroja luz sobre Miguel, un transformador de la copla sometido al olvido.

Emociones al servicio de personajes

Basta con hacer recorrido en los últimos 10 años por sus trabajos sobre las tablas para constatar que no ha parado. El polifacético invitado nos lo agradece porque reconoce tener la sensación de no hacer nada. En una profesión apaleada, tal y como le comentaba una compañera, se siente afortunado de trabajar, porque para él redunda en su felicidad. Pese a la frustración de la paralización de su último montaje ‘El tiempo todo lo cura‘, que espera retomarlo en septiembre, por el momento tendrá previsto regresar con ‘La tabernera del puerto‘, bajo la batuta de Mario Gas.

A todo esto se suma su labor como docente, saber qué va a cocinar al día siguiente o pensar en el pantalón que se está haciendo. Entre las prioridades del intérprete no se encuentran las redes sociales, le cuesta mucho mostrar su vida. Lo que dice regalar son sus emociones y ponerlas al servicio de sus personajes para dotarles de credibilidad sobre las tablas. “El teatro es todo lo que debe pasar en el escenario, debe ser determinante, es el summum de un momento y por tanto el cénit de cualquier instante”, finaliza el Ángel Ruiz.

‘Afterglow’ destapa nuevas posibilidades sexuales

Charla con ‘Afterglow’.

El sexo puede conllevar implicaciones afectivas que pongan a prueba una relación como la de Josh y Alex, un matrimonio que invita a Darius a compartir su cama y replantear su modelo de pareja. Es la trama de ‘Afterglow‘, el éxito teatral off de Broadway en Nueva York que ha desembarcado en Madrid.

“Más allá del desnudo físico está el emocional”, es la visión de Diego Rebollo y Carlos Martín, que han producido y adaptado esta obra y que nos detallan en Clubhouse. En 2019 fue representada en Londres y Diego llevó a Carlos “engañado” a verla, ya que pensaba que iba a un concierto de las Spice Girls. Ahí nació el germen de lo que se ha convertido hoy, un montaje con sold out en las ocho funciones programadas este mes y las cuatro previstas en abril. La iniciativa escénica partió de un crowfounding, “es una posibilidad, no la única para estimular la participación civil en ideas que hay que explorar”, piensa Carlos. El patrocinio empresarial, que costó más encontrarlo, vino después.

Todo se desarrolla en el entorno Nave 73, que los padres del proyecto creen que tiene una “magia especial, cuando entras sientes que hay arte, la magia del teatro”. Esta iniciativa se sitúa al margen de su trabajo habitual. Ambos entienden que se hallan inmersos en un sector “bastante inestable, porque el público no está acostumbrado a pagar por una entrada lo que realmente vale”, denuncia Carlos, que no entiende que haya salas que vendan entradas por 8 euros, “eso equivale a precariedad y reivindico que la cultura hay que pagarla”.

Cambios de registro

El trabajo ha sido muy a mano con el director Pedro Casas, así como con los intérpretes Andrés Acevedo y Jorge Vidal. Reseñable el cambio de registro de ambos al venir de la comedia ‘Burundanga’. A ellos se añade Christian Escuredo, que ha encarnado a personajes dispares como una drag en ‘Priscilla, Reina del desierto’ o al mismo Jesucristo en ’33, El Musical’. “Un reto tras trabajar en musicales de grandes teatros, le llamó la atención la cercanía con el público”, explica Diego. Y los espectadores son una parte importante, porque más que nunca son los auténticos voyeur.

Al inicio de ‘Afterglow’ se presencian desnudos y pasan a un segundo plano. “La emoción pesa y pronto cada persona empatiza más con uno u otro”, indica Carlos. La complejidad es proporcional a la reacción de la grada. Hay quienes piensan que verán una historia cargada de erotismo y les sorprende otra que les dejará anclados a la butaca. “No todo es drama”, apuntan los productores, que declaran que “también hay momentos cómicos en el viaje emocional de los tres protagonistas”.

Desde la dirección artística a nivel de iluminación existen dos planos. Uno real en el que se vive la relación abierta y otro onírico, donde se recrean emociones metafóricas. Hay momentos de ternura y cuando entra Darius, la cosa puede torcerse. “La situación refleja la dinámica de muchas parejas, en las grandes ciudades está a la orden del día”, en opinión de Diego. Y es que la poliamorosa dramática comedia destapa posibilidades sexuales que van más allá de la monogamia, ¿quién sabe a dónde puede llegar?

Propuesta escénica en crecimiento

Los productores son docentes de la escuela TAI y se han valido de algunos compañeros para hacer crecer su propuesta escénica. A destacar la escenografía de Bengoa Vázquez, el vestuario de Jaime Moreno o las imágenes de Gonza Gallego. “Ya nos habíamos fijado en el trabajo de Gon, un referente, con dos tiras de led realizó una sesión fotográfica alucinante”, apunta Rebollo. Por otra parte, pone en valor la iluminación de su compañera, Lola Barroso (Max por ‘Furiosa Escandinavia’), que “con una linterna y un mechero es capaz de darle luz al Teatro Real”, añade Carlos.

Los niveles de exploración son infinitos y ante el buen momento audiovisual que se vive en España, planteamos la versión en cine o televisión de la obra. Recordamos en la tertulia de Clubhouse: ‘La llamada‘ (Teatro Lara), ‘Los miércoles no existen‘ (El Sol de York), ‘La isla desierta‘ (Garaje Lumière)… Lo que realmente le gustaría a los creadores es hacer llegar el mensaje a toda España y que hubiera una gira, “si es necesario la adaptamos al festival de Mérida, les ponemos falda romana a los actores y canciones en latín a Christian”, bromean. En definitiva, “sin el trabajo de todos no saldría adelante”, por eso tanto Carlos Martín como Diego Rebollo , activistas culturales, se congratulan de ser un revulsivo para “llevar alegría a las artes escénicas, porque el teatro es emoción”. Larga vida a ‘Afterglow’.

Jesús Sanz y el teatro inclusivo

Charla en Jesús Sanz.

Director, guionista, actor y docente, quizá no por ese orden, son algunas de las profesiones de Jesús Sánz-Sebastián (Madrid, 1986). Todas se resumen en: artes escénicas. Cuando era niño dedicaba sus domingos a escribir obras que dirigía su hermana e interpretaban sus padres. Lo tuvo muy claro, “a los 15 años compartía aula en Corazza con Alba Flores y Juanjo Ballesta, posteriormente compaginé el bachillerato con la escuela de Cristina Rota”. A los 19 fue seleccionado para el musical ‘Hoy no me puedo levantar‘ y poco después se licenció en Comunicación Audiovisual.

Pese a lo apresurada que pueda parecer su formación, no fue irreflexiva, ya que estudió cine para ser guionista, pero “me enfilé como dramaturgo y hay que amoldarse a lo que te llaman”. En ese camino de ser un profesional 360, “te puedes frustrar en muchos campos, pero tener conocimientos de cómo funcionan dan otra forma de estar”, asevera. De hecho, Jesús está al mando de la Cía. Candileja, donde ha encontrado a intérpretes “desubicados” que le preguntan conceptos que considera “básicos” en la producción, por tanto aquí no prima la cautela, sino estar formado y ser curioso, expone.

Y no solo indagar, sino también la destreza y el talento. “La técnica es importante porque te da el control sobre el escenario”, pero nuestro invitado en Clubhouse ha conocido a mucha gente intuitiva y “lo que unos tardan en aprender tres años, otros mucho menos”. Por eso plantea la idea de creatividad como clave para innovar en las artes.

Piratas en la producción teatral

Gente que no paga o se queda el dinero, son los escollos con los que puede dar un productor teatral. Padecidos esos inicios, actualmente Jesús desempeña su labor con distribuidores y ayuntamientos de confianza, “poco a poco vas filtrando, pero la de piratas que hay en el camino es terrible”. A este problema se añade el consumo rápido. Con esa dificultad se topó en el desarrollo de un proyecto de workshops a nivel nacional con Silvia Luchetti (‘Anastasia’, Sonrisas y lágrimas’, ‘Los Miserables’…). Frente a lo que antes requería un aprendizaje de años en danza, dicción o improvisación, “ahora queremos resultados inmediatos”, apunta.

Ante la prontitud prevalece el entusiasmo, porque “cuando te dedicas al teatro no es que lo elijas, es porque lo necesitas”. Así lo sentencia en la charla, en la que describe ese universo como un mundo muy pasional en el que se aúna los egos en el entorno de una industria deficiente. La causa es la falta de un público asiduo, rematada por la Covid, “un cóctel molotov del que intentamos sobrevivir”. Y en esa supervivencia, Jesús potencia los proyectos que más le enriquecen a nivel personal.

Teatro familiar e inclusivo

Matadero de Madrid es un vivero de creatividad en la capital española. Y precisamente allí fue donde Sanz conoció a Allende López, gestora cultural y coach del film ‘Campeones‘. En ese momento se abre el telón para que artistas profesionales con discapacidad formen parte de los proyectos de Candileja Producciones. Todo arrancó con una versión de Peter Pan, “seleccionamos a cuatro personas con diversidad funcional, y aunque al principio tuve mucho miedo por los prejuicios de ser algo nuevo”, el resultado fue excelente.

Los musicales de Dumbo o Blancanieves, han refrendado ese cambio de aires que tanto ansiaba Jesús, trabajar con otras caras. A esto se une “la comicidad gigante que desprenden, el público se ríe y emociona con ellos porque proyectan una verdad absoluta”, revela. Y en esa conexión desde las tablas al patio de butacas, comprendemos que somos diferentes, pero iguales: “todos queremos ser felices, trabajar o conocer el amor”. La comunicación, incluso con el lenguaje de signos, debe fluir para destapar ese espacio de desarrollo artístico.

Factible con ayudas y público

Se abre el debate en la tertulia sobre cómo hacer factible las iniciativas en teatro. Javier Ortiz apuesta por implementar “un cambio desde la acción”. Las ayudas son una parte del engranaje y por eso nos presenta una web en la que compila documentos para orientar en subvenciones. En España se defiende la educación y la sanidad, sin embargo las artes “no son relevantes para la ciudadanía, son transversales”, en opinión del que fuera gerente de ‘El Sol de York’. Como vía de escape se refiere a varias empresas que acuden a métodos teatrales para formar a sus directivos.

En esa utilidad de instrumentos didácticos, surge otra pata de la mesa, el público. Jesús tenía un compañero de piso que a sus 26 años nunca había ido al teatro. ¿Cómo es posible?, se pregunta, por eso considera relevante que desde una educación temprana se forme en artes escénicas. Algo que ratifican la actriz Esperanza Querino, que habla del cierre de espacios culturales en Sevilla y el gestor cultural en Cáceres, Víctor Gallego, que apuesta por el apoyo del público como consumidor final para atisbar “la luz al final del túnel”.

Y para que el público no salga corriendo de las salas off, Sanz propone categorizar los espectáculos para ofrecer un mínimo de calidad y acabar así con el “no todo vale, con ilegalidades temáticas sin derechos”. A esta idea se adhiere desde Valencia, el actor Manuel Maestro que pone en valor el buen hacer de la Sala Off y la originalidad del Espacio Inestable, “las entradas están troqueladas y se indica en cada apartado el porcentaje destinado a cada profesional”. Una buena idea para concienciar y así hacer cómplice a la sociedad de la “ilusión y necesidad de narrar historias”, concluye Jesús.